Casa C11

Rehabilitación de una vivienda unifamiliar en Bugarra, Valencia. 2018
House renovation in Bugarra, Spain. 2018










 





Casa C11 | C11 House

Localización | Location
Bugarra | Valencia


Fase | Phase
2017-2018 | Construido


Fotografía | Photography
Milena Villalba · architectural photography
Iluminación | Héctor Rubio· Images Positive


Finalista en los Premios COACV 2019

Se trata de la rehabilitación integral de una vivienda formada por capas del tiempo. Cada generación había añadido fragmentos a esta casa sin que ya prácticamente se reconociese la Casa Patio. El proyecto tiene como idea fundamental ésta: recuperar la vida entorno al patio y devolverle el ambiente claro y el paisaje tranquilo.
El resto del espacio vino organizado por la luz. La vivienda se traslada a planta primera y segunda y el bajo lo ocupa un negocio. Una sucesión fragmentada de habitaciones se convierte en un espacio fluido y cambiante para que cada habitante ocupe su lugar según las necesidades de esta familia.

(...) cuando abrimos una puerta, transformamos los lugares de manera bien mezquina. Coartamos su plena extensión e introducimos en ellos una brecha imprudente a fuerza de malas proporciones. Pensándolo bien, no hay nada más feo que una puerta abierta. En la habitación en la que está, introduce una suerte de rotura, como un parásito marginal que rompe la unidad del espacio. En la habitación contigua, engendra una depresión, una grieta abierta y estúpida, perdida en un trozo de pared que hubiese preferido permanecer entero. En ambos casos, perturba el espacio sin más contrapartida que la licencia de circular, la cual puede sin embargo garantizarse mediante otros procedimientos. La puerta corredera, por el contrario, evita los escollos y magnifica el espacio. Sin modificar su equilibrio, permite su metamorfosis. Cuando se abre, dos lugares se comunican entre sí sin ofenderse mutuamente. Cuando se cierra, devuelve a cada uno su integridad. La puesta en común y la reunión se realizan sin intrusión. (....) Texto extraído de La elegancia del erizo. Muriel Barbery


La ubicación de la escalera marca la llegada a un espacio común a través del cual se articula la jerarquía de los ambientes de la casa, permitiendo mantener la independencia entre ambos. Uno de ellos funciona como vivienda de los padres y otro ambiente independiente para el uso de los hijos, con espacios de reunión entre ambos. El interior de las estancias se vacía para conseguir una concatenación más libre de la secuencia de espacios. Las paredes perimetrales se convierten en muros equipados. Éstos se ensanchan y ‘escarban’ para formar nichos, albergar almacenamiento, estanterías e instalaciones, de modo que concentren los servicios y liberen el resto del espacio.
El volumen que aparece alrededor del patio se reconstruye manteniendo la volumetría original del edificio y recurriendo a soluciones constructivas en seco.. Los huecos que se abren en esta envolvente persiguen que el patio se involucre en el día a día y enmarcar las vistas hacia el paisaje. Lanzando una mirada, recortada en el muro, desde un sitio protegido, a cubierto, el paisaje gana en profundidad, convirtiéndose casi en el espacio de un cuadro.


Publicaciones | Press
Archdaily, Plataforma Arquitectura,  Divisare, Veredes, Archello, Archidiaries, arkoslight




C11 House is about the rehabilitation of a house formed by layers of time. Each generation had been adding fragments to this former house, so that the mediterranean ‘patio house’ nearly couldn’t be recognized anymore. The project arises with this fundamental idea: to recover life around the patio and give back the clear environment and its former landscape.
The rest of the space was organized by light. The house is moved to the first and second floors so that the ground floor can be occupied by the family bussiness. The previous succession of enclosed rooms becomes a fluid and changing space for each inhabitant to occupy his place.


(…)when we push open a door, we transform a place in a very insidious way. We offend its full extension, and introduce a disruptive and poorly proportioned obstacle. If you think about it carefully, there is nothing uglier than an open door. An open door introduces a break in the room, a sort of provincial interference, destroying the unity of space. In the adjoining room it creates a depression, an absolutely pointless gaping hole adrift in a section of wall that would have preferred to remain whole. In either case a door disrupts continuity, without offering anything in exchange other than freedom of movement, which could easily be ensured by another means. Sliding doors avoid such pitfalls and enhance space. Without affecting the balance of the room, they allow it to be transformed. When a sliding door is open, two areas communicate without offending each other. When it is closed, each regains its integrity. Sharing and reunion can occur without intrusion. Life becomes a quiet stroll(…)



Text from The elegance of the Hedgehog. Muriel Barbery

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